viernes, 7 de febrero de 2014

Diferencia entre querer y poder

Ayer me llegó la triste noticia de que el centro Guadalinfo de Velez Rubio cerraba sus puertas por decisión de su Señor Alcalde. Decisión que resulta difícil de entender cuando no supone coste alguno para el consistorio y ofrece innumerables posibilidades a los egetanos. No obstante la figura legitima de un alcalde elegido democráticamente tiene poder para tomar este tipo de decisiones, aún cuando en un solo día se captaron más de 700 firmas de sus votantes pidiéndole poder seguir contando con un dinamizador/a que les enseñe a sacar partido a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, este no ha querido.

Y ahora emulando a uno de los mejores maestros de nuestra infancia, Coco de Barrio Sesamo, os voy a explicar la diferencia entre querer y poder poniendo como ejemplo el proyecto Guadalinfo.
Una cosa es que yo quiera que se reconozca de una vez por todas la categoría de dinamizador para que podamos llegar a tener un convenio colectivo y así poder tener los mismos derechos que el resto los trabajadores para poder defendernos ante los abusos que la administración y las entidades que dirigen centros Guadalinfo practican cuando quieren. También podría querer que se planificara con anterioridad las licitaciones del proyecto para así eliminar los procesos de incertidumbre y poder continuar ofreciendo el servicio de mi centro sin interrupciones. E incluso podría llegar a querer que la sociedad ejerciera una mayor presión a la administración pública para que se optimicen los recursos económicos invertidos en el proyecto. Por querer que no quede

Estas son algunas de las cosas que los dinamizadores de Guadalinfo queremos conseguir y llevamos trasladando a los organismos y personas que pueden cambiarlas durante años sin conseguir nunca nada de nada. En definitiva amigos:
Una cosa es tener poder para cambiar y otra muy distinta es querer hacer cambios.
Esperemos que la muerte de Guadalinfo Velez Rubio sirva para que aquellos con el poder de cambiar las cosas se den cuenta de que no hace falta ser un superheroe para interiorizar que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.



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